martes, 30 de junio de 2009

UN ÁRBITRO QUE TENGA DISCAPACIDAD INTELECTUAL PUEDE SER UN BUEN ÁRBITRO?


Alberto Durán Rubio, coordinador de Programas del Servicio de Ocio de AFANDEM, valora la participación de los árbitros con discapacidad intelectual en la competición deportiva de FEAPS MADRID. Transformar la sociedad pasa por el ejemplo que las organizaciones dan a la hora de normalizar comportamientos y actitudes. El arbitraje de las ligas es un claro ejemplo.

Madrid, 17 de junio de 2009.
Cada vez nos parecemos más a “La liga de las Estrellas”, y no precisamente por las cifras tan espectaculares que cobran nuestros deportistas (aunque bien se lo merecería alguno) o por los fichajes estrellas de algunos equipos (aunque poco a poco esta práctica también se esta llevando a cabo), sino porque, al igual que en la Liga en la que juega el Atlético, el Sevilla, el Depor,… y demás equipos, la figura DEL ÁRBITRO es fundamental. Y es fundamental básicamente porque se encarga de “ser juez” en los partidos que jugamos cada fin de semana, y cada vez más, tienen que tomar decisiones que pueden cambiar el signo de un partido.

Creo que los partidos que se juegan en las ligas de Feaps Madrid cada vez se normalizan más (y no quiero juzgar si esta normalización que estamos adquiriendo es positiva o negativa), y las rivalidades entre equipos aumenta jornada tras jornada. A todos los equipos les gusta ganar, pero poco a poco este objetivo esta empezando a ser el predominante y por eso la necesidad de que haya árbitros imparciales en cada partido se hace indispensable.

Viendo la necesidad del árbitro y sabiendo cual tiene que ser su función, me gustaría concretar más las tareas que tiene que realizar un árbitro que arbitre partidos de nuestras ligas:

- En primer lugar, el árbitro tiene que comprometerse, y para ello, entre otras cosas, a los árbitros hay que remunerar su tarea, y esto se esta haciendo ya.

- Formación y asesoramiento. Es imprescindible la formación básica sobre el reglamento y sobre las adaptaciones que se pueden hacer de este para luego realizar una correcta interpretación dependiendo del nivel que se arbitre. Pero casi más importante es que estén asesorados sobre la filosofía de las ligas ya que si a los entrenadores, responsables de los equipos,…, se nos olvida durante algún partido esa filosofía (esto no tendría porque suceder, pero puede pasar) tendrán que ser los árbitros los que nos la recuerden o incluso sancionen.

- Aplicar el reglamento y apoyarse en las adaptaciones que precisen cada equipo. Este punto es el más complicado ya que aquí, y debido a la filosofía de nuestras ligas, no solo tienen que aplicar el reglamento y ya, sino que aquí también entraría en juego la interpretación de si alguno de los equipos no cumple con esta filosofía de las ligas (jugadores que no juegan minutos, aficionados intransigentes, entrenadores poco deportivos,…) Esta tarea se puede facilitar con el compromiso de los entrenadores de las ligas (que ya firman un documento de compromiso) a respetar la filosofía y ayudar en todo momento al árbitro a que esto se cumpla.

- Formalizar el acta y la gestión de esta. El acta es de fácil cumplimentación y solo hay que enviarla a Feaps-Madrid.

Toda esta exposición es el precedente de la siguiente pregunta: ¿un árbitro que tenga discapacidad intelectual puede ser un buen árbitro? Si una persona con discapacidad intelectual le gusta el arbitraje (cosa muy valiosa en los tiempos en los que vivimos) y además tiene las actitudes y aptitudes necesarias para desempeñas las ya mencionadas funciones, ¿por que no podría arbitrar?Si esta capacitado, ¿cuál es el motivo para decirle que no arbitre en nuestras ligas? (Yo no veo ninguno).

Es verdad que en las Ligas de Feaps Madrid hemos tenido históricamente la necesidad de encontrar árbitros, que no encontrábamos en algunos partidos y dejábamos el encuentro “colgado”. El hecho de que desde hace algunas temporadas arbitren en nuestras ligas personas con discapacidad no es para solventar ese problema, sino porque realmente pueden desempeñar esta función y hacerlo bien. Los esfuerzos tienen que venir ahora para que el proceso de formación, asesoramiento, apoyo, seguimiento, de estos árbitros sea el adecuado. Y quizá también tengamos que hacer un esfuerzo para mentalizarnos y creernos de una vez por todas que, con nuestro apoyo, la persona con discapacidad también puede.

También tenemos que valorar muy positivamente que el arbitraje puede ser (y ya lo es en la actualidad para algún árbitro con discapacidad intelectual de Feaps-Madrid) otra vía para que la persona con discapacidad intelectual obtenga recursos económicos, y en los tiempos de crisis en los que vivimos, no esta nada mal saber que hay otro “recurso” para ellas.Por último, querría destacar también que el hecho de que arbitren persona con discapacidad intelectual sirve para potenciar una imagen positiva y para sensibilizar a la sociedad.

Creo que el simple hecho de que personas ajenas al mundo de la discapacidad (profesionales que trabajen en polideportivos, jugadores y familiares de equipos de personas sin discapacidad que juegan en las mismas instalaciones,…), o incluso vinculadas pero con una imagen equivocada de estas, puedan ver las capacidades, aptitudes y actitudes de alguno de los árbitros con discapacidad que arbitran en nuestras ligas, puede contribuir a que muchos prejuicios y estereotipos se rompan.

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